Todos pueblos de la Serrezuela atesoran un atractivo patrimonio histórico-artístico, si bien no siempre su conservación ha sido la adecuada. Estos pueblos, en general, poseen como monumento más emblemático su iglesia, que originalmente es románica; aunque con el paso de los tiempos han ido sufriendo aportaciones de otros estilos arquitectónicos; sin embargo, es en su interior donde se percibe esta sucesión de elementos artísticos que se han ido incorporando a lo largo de la historia. Habitualmente están en lugares despejados por lo que pueden ser contempladas exteriormente en todo su esplendor. Todos estos templos merecen una parada; aunque algunos es preciso reseñar por ser imprescindible para el viajero que transita por la Serrezuela.
En el interior de las hoces del Riaza, se encuentra la ermita de Casuar, iglesia románica del siglo XII parcialmente en ruinas, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1997, con la categoría de Monumento. Los restos de la iglesia de Linares del Arroyo, pueblo inundado por el embalse del mismo nombre, románica que, en función de la altura del agua del embalse, aparece más o menos inundada. La ermita de la Veracruz de Maderuelo, en la que se encontraban unas pinturas murales del siglo XII que se conservan en Museo del Prado (una réplica se puede aún visitar en la ermita). Las ermitas de El Lirio en Honrubia y la de Hornuez en Moral acogen desde hace bastantes siglos en primavera una multitud de romeros.
La ermita de la Virgen del Barrio, en Navares de la Cuevas, es el edifico de carácter religioso más antiguo de la zona; aunque el románico evidencia que, anteriormente, existió en el mismo lugar otro prerrománico. En este mismo pueblo, el palacio clasicista del marqués de Revilla levantado en el siglo XVI fue declarado BIC en 1977 y precisa una urgente restauración.
De los recursos histórico-artísticos especial mención merece núcleo de Maderuelo que, con la categoría de Conjunto Histórico, que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1993 por sus fragmentos de lienzos de la muralla, restos de torres, una puerta fortificada y dos iglesias románicas con añadidos posteriores, junto con una arquitectura popular singular.
No existe pueblo de la Serrezuela que no merezca una parada para deleitarse de su arquitectura popular, con detalles de esgrafiados, sillerías, mamposterías, rejerías, y otros elementos que en un pasado contribuyeron a hacer más habitables estos lugares: pozos, lagares, fuentes, abrevaderos, …
Todos los pueblos poseen asociaciones culturales que dinamizan la vida y fomentan las relaciones humanas entre los residentes habituales y los visitantes que esporádicamente llenan de agrado la vida local. Todas organizan eventos culturales especialmente durante la época estival.